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viernes, 7 de agosto de 2015

Sartre: La lenta muerte de Andreas Baader (mi traducción al español)

Jean-Paul Sartre 1974

LA LENTA MUERTE 

DE

 ANDREAS BAADER


Traducido del inglés al español por Ximena Krásnaya

Primera publicación: Libération 7 de diciembre de 1974

Andreas Baader y Ulrike Meinhof fueron los líderes de la Fracción del Ejército Rojo, un grupo terrorista urbano de Alemania, que llevó a cabo secuestros y asesinatos en los años 70. Murieron bajo circunstancias sospechosas mientras estaban en prisión en Alemania en 1977.

Andreas Baader


Al principio, nos dimos la mano. Se sentó frente a mí y luego, después de tres minutos, lo primero que dijo, un poco como si fuera un saludo, fue: "Pensé que estaba tratando con un amigo, pero me enviaron un juez ..."
Evidentemente, dijo esto debido a la declaración que yo había hecho en la televisión alemana la noche anterior.
Creo que él también esperaba que yo lo fuera a visitar a él y a sus compañeros por las acciones que habían hecho. Él vio que yo no estaba de acuerdo con ellos. Llegué como un hombre de izquierda que sentía simpatía hacia cualquier grupo de izquierda que estuviera en peligro; esta es una actitud que creo debe ser generalizada.

Había venido para que él me pudiera dar su punto de vista sobre la lucha que habían realizado. Cuál era el propósito por el que lo hicieron.

Yo no había ido para decir que estaba de acuerdo con él, sino simplemente para saber cuáles de sus ideas podrían ser adoptadas en otros lugares, si pensamos que eran correctas, y también para hablar de su situación en la cárcel como preso.

Luego hablamos de su vida en prisión. Le pregunté por qué estaba en huelga de hambre. Me contestó que lo hacía en protesta por las condiciones de su encarcelamiento.
Como sabemos ahora, hay un cierto número de celdas en la prisión, a las que fuí, pero de éstas también existen en otras prisiones alemanas. Ellas están separadas de otras celdas; pintadas de blanco y la electricidad funciona hasta las 11 pm y a veces 24 horas de las 24.
Hay algo que se pierde: el sonido. Aparatos en el interior de las celdas seleccionan los sonidos, los debilitan y los hacen perfectamente inaudibles dentro de la propia celda.
Sabemos que el sonido es indispensable para el cuerpo humano y la conciencia. Debe haber una atmósfera que rodee a una persona.
Existen sonidos a los que llamamos silencio,  pero que llevamos con nosotros. Por ejemplo, el sonido de un tranvía que pasa, el de un transeúnte en la calle, sirenas de alarma, se conectan a la conducta humana, marcan la presencia humana.
Esta falta de comunicación con los demás a través del sonido crea profundos problemas: problemas circulatorios del cuerpo, y problemas de conciencia. Estos últimos destruyen el pensamiento, haciéndolo cada vez más difícil. Poco a poco, provoca que la mente quede en blanco, a continuación viene delirio, y, obviamente, la locura.
Así incluso si no hay un "verdugo", hay personas que presionan ciertas palancas en otro nivel. Este tipo de tortura provoca un déficit en el prisionero que lo lleva a la estupefacción o incluso a la muerte.
Baader, que es víctima de esta tortura, habla muy apropiadamente; pero de vez en cuando se detiene, como si hubiera perdido el hilo de sus pensamientos. Toma la cabeza entre las manos en el medio de una frase y luego se pone en marcha de nuevo dos minutos más tarde.
La delgadez de su cuerpo ha aumentado debido a la huelga de hambre. Ealimentado a la fuerza por médicos de la prisión; pero él es muy delgado y ha perdido 15 kilos. Su ropa se ha vuelto demasiado grande y él flota en ella. Ya no existe ninguna relación entre el Baader que conocí y el hombre de buena salud.
Estos procedimientos, reservados  solamente para los presos políticos -al menos, los del grupo Baader-Meinhof- son procedimientos contrarios a los Derechos del Hombre.
De acuerdo con los Derechos del Hombre, un prisionero debe ser tratado como un ser humano. Sin duda, él está encerrado, pero no debe ser objeto de torturas, o cualquier cosa que tenga como objetivo llevar a la muerte o la degradación de la persona humana. Este sistema es, precisamente, en contra de la persona humana y la destruye.
Baader sigue resistiendo muy bien. Él se debilita, seguramente está enfermo, pero permanece consciente. Otros se encuentran en estado de coma.
Hay temor por la vida de los cinco detenidos dentro de las próximas semanas, meses, o quizás incluso días. Es urgente que se configure un movimiento para exigir que los prisioneros sean tratados de acuerdo con los Derechos del Hombre; que no sufran de ningún maltrato particular que podría evitar que respondan correctamente a las preguntas que a ellos se plantean el día de su juicio o incluso, como ya ha ocurrido una vez, matarlos.
Ya existe un Comité de defensa para los prisioneros alemanes en Francia. Este comité trabaja junto con Holanda e Inglaterra. Pero es importante que una comisión de este tipo se cree en Alemania, formado por intelectuales, médicos y personas de todas las clases que exijan que tanto los detenidos por delitos comunes y los presos políticos sean tratados de la misma manera.
Fuente (en idioma inglés):

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